Poniendo
su granito de arena para hacer visible el esfuerzo de la mujer en el medio
rural, Villar del arzobispo, un Ayuntamiento de la provincia de Valencia de
unos 3500 habitantes, organiza una semana de actividades para mostrar la
importancia de la mujer en el sostenimiento de la vida rural.
Las
actividades se concentran el día 15 de octubre, Día Internacional de la Mujer
Rural. La jornada comienza con un mercado “para poner cara a la labor de las
mujeres de nuestros pueblos” dice el comunicado. Después se proyecta un video
clip protagonizado por vecinas y vecinos de la localidad y un documental “Huir
del campo a la ciudad” con coloquio posterior. Se podrá visitar la exposición
fotográfica “Aquí y allá, las mujeres en el mundo rural”. Se van a impartir dos
talleres dedicados a mejorar el bienestar personal y la calidad de vida: “Con
mucho amor propio”, para el día 15 y “Te respeto, me respeto” para el día 22.
Este
año se conmemora el día Internacional de la Mujer Rural dando voz a aquellas
que han dedicado su vida a faenar la tierra, testimonios llenos de dureza y
sensibilidad, como Paz García de 76 años, de padres sin hijos hombres, que
cuenta como dedicó su infancia y juventud a las tareas agrícolas. Paz Martínez
de 44 años, dedicada a las terapias naturales y a la artesanía nos cuenta las
ventajas e inconvenientes de vivir en el medio rural. Ana de 63 años, agricultora,
nos habla de las diferencias de trato que ha sufrido por ser mujer, entre ellas
menor retribución por su trabajo.
DE
DONDE VENIMOS
A
principios del siglo XX en España, la mujer trabajaba dentro del hogar (tareas
domésticas y cuidado de los hijos), cuidaba de los mayores y participaba en las
labores agrarias en el seno de la familia, aunque a veces era asalariada y en
menor medida propietaria de tierras. En las estadísticas no figuraron nunca
como población activa, se consideraba un trabajo complementario al del marido.
Así que venimos de una situación en la que la mujer era imprescindible para
mantener la actividad en el medio rural, sostén del hogar y apreciada por su
fuerza de trabajo en la labor agrícola, pero sin consideración social ni
contraprestación económica o muy por debajo de la que recibía el hombre.
QUE
SE PRETENDE
Esta semana de
actividades intenta visibilizar la importancia que merecen las mujeres rurales
como clave para garantizar el desarrollo sostenible de nuestros pueblos. Se
plantea luchar contra la doble discriminación que vive la mujer, por su
condición y por su trabajo. Esto da lugar a que dos de cada tres personas que
migran del campo a la ciudad sean mujeres, debido a problemas de empleabilidad,
brecha salarial, falta de servicios o de corresponsabilidad en los cuidados del
hogar, los hijos y los mayores.
El Ayuntamiento
de Villar del arzobispo quiere reivindicar el compromiso para mejorar las
condiciones de vida de las mujeres rurales, por su bienestar y por la
supervivencia del mundo rural.
Los objetivos de esta actuación son reconocer la pluralidad de identidades de las mujeres que
habitan y construyen diariamente el medio rural y poner sobre la mesa, por
llamativo que nos resulte: IGUALDAD DE TRATO, RESPETO, DERECHOS….
Estas jornadas puesto
que generan debate muestran lo que hemos mejorado y lo mucho que nos queda. En
el pueblo de Villar suponen un acercamiento a los problemas de la mujer rural y
un intento por mejorar. Son días para reflexionar y también para festejar, con
la esperanza de avanzar hacia algo mejor.
Como punto fuerte de
esta actuación cabe destacar el compromiso que existe entre La Comisión de
Igualdad Ciudadana de Villar (grupo vecinal) y el Ayuntamiento por avanzar en
la mejora de la situación a través de esta iniciativa y otras como los Planes I
y II para la Igualdad entre hombres y Mujeres. Hay que destacar la alta
participación de los vecinos en estas jornadas.
Como debilidades y retos
que enfrenta la actividad encontramos las dificultades para obtener financiación
de la Comunidad Autónoma Valenciana para ésta y otras iniciativas promovidas
por Entidades Locales. Otra gran dificultad que se encuentra esta actividad es
el rechazo que todavía muestran algunos vecinos a avanzar en Igualdad, debido
sobre todo a prejuicios y estereotipos adquiridos en su educación.